La Alcaldía de Bucaramanga junto a la Sociedad Colombiana de Arquitectos buscaron propuestas innovadoras para el desarrollo ordenado y sostenible de las periferias urbanas de Bucaramanga, Colombia. A través de modelos de gestión, financiación, participación social y normativos viables y sostenibles a largo plazo, se pretendía un modelo que favorezca la creación de un “Nuevo Norte” como importante centralidad de la ciudad y su área metropolitana, siendo epicentro del desarrollo de comunidades inclusivas, en cohesión, productivas, biodiversas, conectadas y con hábitat de calidad.
El concurso público de ideas para este desarrollo de un modelo de ocupación territorial del Borde Norte del municipio, buscó reunir propuestas a nivel urbanístico que integren las necesidades y oportunidades del entorno rural y urbano. En esta competencia, el jurado integrado por José Alejandro Gómez Suárez, Giovanna Vittoria Spera Velásquez, Helga María Rivas Ardila, Diana Wiesner Ceballos y Manuel Sánchez Ruiz, otorgó el primer premio a TA – El Taller De Arquitectos. Conoce a continuación el proyecto ganador.
Primer Premio
- Diseño: TA – El Taller De Arquitectos
- Dirección de proyecto: Ana María Estrada Gil, Juan Sebastián Restrepo Aguirre, Juan Esteban Correa Elejalde
- Coordinación: Carlos Milton Builes Arango
- Equipo: María Clara Montoya Trujillo, Santiago Noreña Arango, Juan Pablo Ramírez Coronado, Ricardo José Santafé Galvis, Sebastián Gómez Rivera, Sebastián Puerta Restrepo
- Asesora: Luisa Margarita Estrada Gil
Memoria enviada por los autores. Es una apuesta hecha a la medida para el Norte de Bucaramanga apoyada en una mirada detallada de su territorio, consciente de las oportunidades, los retos y las necesidades globales y locales. La propuesta busca poner en equilibrio el territorio desde los sistemas naturales hacia un modelo menos lineal y mejor adaptado a los fenómenos que presionan los entornos humanos.
Repensar lo “verde” no como una adición opcional, una mejora deseable o un gesto a la biodiversidad sino como parte fundamental de la solución. Permitir la transformación hacia paisajes urbanos más vitales y resilientes, climática y socialmente, es la apuesta de nuestro modelo de urbanismo regenerativo para Bucaramanga norte: Paisaje vivo. Para lo cual, implementamos la herramienta de la infraestructura azul-verde, estratégica para la adaptación y mitigación climática, y un importante instrumento de conservación de la naturaleza y planificación territorial, tanto del medio natural y rural como del urbano.
El objetivo es diseñar y planificar infraestructuras azules y verdes que mejoren la eficiencia del urbano, reduzcan los riesgos asociados al contexto, provean servicios ambientales de alto valor, aporten al bienestar de las comunidades y reduzcan los costos de implementación y mantenimiento. También apoyarán la producción local de alimentos, mitigarán los efectos de las islas de calor, mejorarían el control de la contaminación del agua, brindarán recreación, promoverán la biodiversidad, proporcionarán empleos a los ciudadanos y, en última instancia, mejorarían su calidad de vida. Desarrollando tipologías con sistemas constructivos y materiales integrados, a través del uso de tecnologías digitales avanzadas para el diseño de edificios concebidos desde el modelo de economía circular.
Innovaciones sistémicas que apoyarán las economías circulares en la construcción de la ciudad. La construcción es imputable por más de ¾ del impacto de emisiones y deterioro del medio ambiente de nuestro planeta. En cuanto a las tipologías habitacionales, el objetivo es desarrollarlas bajo sistemas constructivos y materiales integrados basados en la renovación, la reutilización y el desmonte a través del uso de tecnologías digitales avanzadas para el diseño de edificios concebidos desde el modelo de economía circular, e implementar soluciones y uso de recursos más efectivos. Aborda la pregunta sobre qué contribuciones puede hacer nuestro futuro paisaje vivo circular para reducir los impactos ambientales adversos y cómo derivar en soluciones de sistemas adaptadas y específicas de nuestro lugar para edificaciones y barrios de uso mixto resilientes.
Para las nuevas áreas de desarrollo, se proponen cuatro zonas definidas como proyectos urbano-paisajísticos en sí mismos. Para su definición se realizó un análisis detallado de pendientes, corredores ecológicos, orografía local y preexistencias, que dio como resultado las zonas a ocupar y las zonas destinadas a fortalecer la infraestructura verde azul, el sistema de espacio público y las acciones de adaptación al cambio climático, además de convertirse en potencialidades paisajísticas del nuevo norte donde el componente natural gobierna la implantación de los sistemas humanos.
Una primera franja que comienza desde el Valle del Suratá hacia la media ladera noroccidental, el sistema de Distritos Integrados Sostenibles - Ecobarrios, que más que llegar a las quebradas, nacen de éstas y se emplazan en una geografía excepcional y a modo de macromanzanas van componiendo conjuntos de edificios en torno a recintos que, tejidos entre verde y azul, estructuran barrios sostenibles.
Sobre la ladera a la media pendiente, encontramos los Distritos agro productivos, que proponen agrupaciones de baja densidad y altura a modo de pequeñas villas que salpican el paisaje y comparten suelo productivo a manera de cooperativa, para la producción de alimentos orgánicos y la generación de un ciclo de mercado justo.
Y el proyecto Parque ecológico, es un anillo verde que busca insertar soluciones basadas en la naturaleza para proteger los nacimientos de las quebradas y consolidan una franja ambiental de protección natural a la biodiversidad, uniéndose al D.R.M.I., a través de la definición y consolidación de corredores ecológicos que descienden hacia el valle del Suratá, donde aparece el cuarto proyecto, el Río Parque, que teje una red entre los sistemas de áreas abiertas y corredores urbanos, hacia el escarpe occidental y el borde del Río De Oro.